- ¿Qué haremos hoy?- me dijiste - Porque si no te viene mal había pensado en una cena tranquila a la luz de unos cirios suaves. Una comida ni dulce ni sosa, con el rojo de un vino de los que bailan en los ojos y en el alma. Había pensado en música. Había pensado en palabras. Había pensado que todo sería perfecto si fuésemos a ese sitio de moda donde todo es blanco o negro. Todo eso y más había pensado mientras te imaginaba enfundada en tu vestido negro de musa perfecta, con las piernas provocándome el bocado de mazana starky y el pecho, cubierto pero saltarín, prendido en vida por las sedas y satanes que te regalé para tu cumpleaños.
- Visto así no parece poco - te dije - pero creo que habré de declinar tu ofrecimiento porque yo también he pensado.
Se te pusieron los ojos rayados en desasosiego y en ellos dibujaste una queja.
- Y yo he pensado que no quiero cirios, ni comida, ni vino de colores. Tampoco es de mi agrado esa música en bárbaro que me deja ronca de tango gritar. No sueñes con que me deje atar por ese incómodo vestido que es incompatible con el aire en los pulmones por muy sugerentes que resulten en él mis piernas de gimnasta retirada: Porque yo he pensado que lo que quiero es verte desnudo sobre esta mi cama que aun huele a ti, sucio de vida. Porque lo que mis piernas necesitan no son medias de seda, sino tu lengua caliente para que se tensen "ale hop!". Porque había pensado, si no es molestia, que me arranques los pocos modales que aun me quedan pegados en la ingle, con los dientes o con eso que tanto me gusta y que, por culpa de las monjas, no nombraré esta noche. Si no te viene mal quiero beberme todo lo que me des. Que forres mis oídos de suciedad manifiesta mientras me pintas por dentro de temple. Quiero comerme toda la ración aunque sea de mala educación rebañar el plato.
Y de postre dormirme dolorida como una gimnasta novata, con la huella de tus brutales empellones en todo mi ser mientras te tatúo el blanco de mi piel azúlea en la espalda de chulo de bronce de "uy, es que me he caído y te la he metido sin querer".
Porque mañana ya no estarás aquí y nadie me garantiza tu vuelta y cenar... bueno, cenar es cosa del resto de días.
Vamos... que había pensado.
Comentarios
un saludo
Que nada enturbie tan maravilloso e irrepetible instante solicitado.
Disfrútadlo…
Proverbio de mi amado jefe: “Polvo que no echas hoy, polvo que no echas jamás”
;)
(besodeesquimal)
Vamos... que me ha encantao :*
Gracias por la visita!
Un abrazo
Lara tiene alas
Marian, bienvenida al templo. Algunos dicen que mis consejos erráticos funcionan (a mi no, desde luego)
Me gusta (aun más) lo que es escribes cuando encuentras equilibrios tan deliciosos como estos.
Pdt: dile a Pequeña Ciruela que puede estar tranquila, la música de mi blog va a quedarse así por lo menos por lo menos otros cinco años. Así que, mientras tanto, puede ir pensando en qué le apetece que le ponga la próxima vez =)