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Mostrando entradas de noviembre, 2009

ORÁCULO CIEGO Y MUDO

No sintonizo. No veo. No escucho. El Oráculo ha enmudecido porque hay un dolor ajeno que se le ha colado hasta congerlarle las muchas o pocas capacidades que hasta ahora lucía. El andar asimétrico me ha puesto una venda en los ojos, una mordaza en la boca, ha soplado con fuerza en mis oídos. Hasta que la carrera no vuelva a ser presta, no volveré a manifestarme. El Oráculo ha hablado.

MENTE MARAVILLOSA

Cabecita loca no quiere toca. Mente maravillosa, atemperada, preclara. Alta capacidad, baja resistencia al dolor. Cuerpo pequeño, delicado, crujiente a cada paso. Carrera absurda. Nomenclaturas malditas. Definiciones oscuras. Tormentos en mi almohada.

LAS PELUSAS ABRIGAN

¿Por qué razón alguien coge el móvil y le hace una foto a la pelusa gorda de debajo de la cama? ¿Por qué razón, aun más extraña, te la enseña? Supongo que se trata de personas especiales que incluso le ponen nombre a las pelusas cuando son muy gordas. Incluso las defienden y les ponen un nombre como "Fermín". - Será Fermina  - diría yo - es "una" pelusa. - Negativo -contestaría ella - es un chico y se llama Fermín porque abriga. - Pues Fermín se llama mi vibrador - diría yo. - Ese si que es un nombre raro para un vibrador - protestaría ella - además los vibradores no abrigan. - Lo que no abrigan son los Fermines. - ¿Y por qué le has puesto Fermín?. - Oye, que hablábamos de tu jodida pelusa. - Anda cuéntame por qué. - Por la escasa probabilidad de que alguna vez tenga un amante de carne y hueso con ese nombre. - Un nombre que abriga - insistiría ella. - Un nombre poco usual.. - En Pamplona hay muchos - me informaría ella. - ¿Pelusos que abrigan?- pre

DOLOROSA PREDICCIÓN

Uno no sabe si ésto es la foto de una boda o de la noche de difuntos. En casos como el que hoy me compete, parece ser misma cosa: El Oráculo predice dolor en e futuro cercano. El sábado ella se casa  con el hombre equivocado. Es una certeza. Las señales son tan evidentes que ya no cabe la posibilidad de que ella, cegada por el amor, no lo haya visto. Una vez descartada la ceguera sólo queda una opción: la resignación. Como el toro ante el toque de clarines y timbales, no hay salida. El Oráculo predice dolor, pero el dolor es necesario para seguir adelante. La novia no irá de blanco, pero irá tan radiante que las oscuras nubes que preñaran el cielo castellano no tendrán nada que hacer. La negrura de después es la que me ofusca el entendimiento porque el novio es un súcubo y por tanto, la peor de las elecciones. Lo intenta. Y no es mala del todo su intención. Disimula, pero no lo hace bien. El Oráculo callará porque no ha sido preguntado. No hay consuelo. No hay remedio. Nota