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Mostrando entradas de 2012

BUCLE

Quiero que no suceda absolutamente nada más. Quizás lo deseo porque lo prefiero a que lo que pase me arrebate la esperanza,  la de ser un cruce de caminos en tu cama. Quiero sobrevivir  burlando el miedo a enfermar de soledad eterna. No es de recibo estrangularse las ganas de tatuarme tu nombre en la lengua a golpe de trompeta.  En tu nariz se columpia el tiempo,  justo en el corte que no existía, el del antes y del después mientras parpadeas tranquilo porque estás a salvo y en casa. En el corcho del pasillo has colgado la vida y entre los pliegues de las sábanas sucias, los sueños que se convierten en calabazas a las diez. ¿Cuántas vida tengo que desperdiciar para ganar el premio?

LOBOS QUE VUELAN

Un lobo que corre bajo la lluvia huele a perro mojado pero muerde como un cepo de muerte. Los niños y las niñas buenos temen al lobo pero se esconden de ellos bajo las suaves mantas de sus cuartos seguros. No temo la dentellada del lobo, ni tan siquiera el deseo de esnifar la sangre que de ellos gotea. No temo las zarpas que en la piel se clavan. No temo la musculatura que me subyuga. Apenas siento desazón ante la certeza de sus pasos en la nieve que me siguen a grandes zancadas. Temo al lobo que vuela. Temo al lobo que esclaviza. Temo al lobo que parece dormido y espera a ser acariciado para arrancarme el alma. Temo al lobo que sujeta un paraguas rojo en un día de lluvia.  Lo mas terrible del lobo del paraguas rojo, es que sabe balar. Y mientras miro el cielo en busca de destellos plateados sobre los tejados.

SIRENA SIN COLA (II)

Metamorfosis a los postres. En tierra la sirena no se cansa de mirarse las piernas nuevas. Blanca de mármol frío es su piel sin escamas. No sabe si reir o llorar mientras deja  que la noche la engulla mientras las estrellas ficticias de las farolas la roban el sueño de algas. Pasito a pasito recorre el camino de vuelta a casa soñando espuma y el negro profundo de la noche marina. En el pelo se le han secado los corales y el canto tatuado en la lengua. Sonríe sin embargo porque sabe que la cola escamosa de plata la espera a golpe de ola. Ya no puede ser otra cosa que sirena aunque lo sea en tierra. En sus ojos misterio. En sus manos la esperanza del viento en la cara.

¿QUIEN LLEVA EL LÁTIGO?

¿Quién lleva el látigo? Irrelevante. Domina el que aprieta la soga, el lazo, el cordaje prieto que muerde la carne incandescente de deseos no formulados ni tan siquiera conocidos.  Ni lo sueñes. Prepondera el más grande, el de mayor alzada. No hay certeza . Sólos. Sin artificio ni musiquillas de bote. Sentada con las rodillas muy juntas en el borde de la cama alzo la mirada y me pierdo en los ojos de sobra exprimidos sobre mi indefensión. Me reconoces una vez más , justo antes de que te obligue a olvidarme hasta la próxima Aurora boreal, la de los héroes terrenos de sal y viento. Nunca volverán a colonizarte la piel que me pertenece. Podrán pernoctar pero jamás poseer lo que me he ganado a fuerza de lustrar estrellas hasta borrarles el brillo. Sólos, sin espadas, sin látigos ni cuerdas ni mordazas. Sólos en una infinita madrugada.

DEFENSA FACIAL (by Manny Pacquiao)

Quitarse las manos del adversario con la cara no es boxeo, es defensa facial. Así no me extraña lo más mínimo que aquellos vocablos cuyo significado presumí cierto hayan virado hacia el lado oscuro. De ahí que un rescate ya no sea una cosa buena, como de caballeros a damiselas en apuros, sino la forma gallarda de decir que te colonizan pero sin uniformes multicolores, bayonetas o barricadas rascadas en la tierra. Así no es de extrañar que últimamente me sienta como si Manny Pacquiao hubiera pasado a hacerme una visita y no le gustara mi té. Sin saber si sacarle otro o pringarme las cejas de vaselina por si acaso. Adaptándonos a la nueva filosofía de las letras, nos encontrarmos con que: El adulterio es una relación abierta. El soborno diversificación de mercados. El latrocinio inversión de riesgo con alta rentabilidad. La prostitución apertura a la experiencia. El insulto derecho a la libre expresión. El golpe masoquismo consentido. La pobreza, austeridad necesaria. E

LAS PINTURAS DEL MUNDO FLOTANTE

"La gran ola de Kanagawa" Y de repente te preguntas cuando tomarán tierra los objetos, cuando se asentará el polvo, cuando relajarán las insolentes murallas su inexpugnabilidad por contrato. Y en un instante comprendes que tu eres uno más de los elementos flotantes que bailan en brazos de fuerzas incontrolables por desconocidas. La espuma me bucea hasta la esponjosidad de los pulmones donde se balancéa en el mortal vaivén de la ola que es su esencia. Quiero respirar, pero no me sale. He perdido práctica de tanto aguantar el aliento escondida tras la cortina que me hace invisible. Los zapatos de la Bruja del Oeste asoman bajo el visillo, pero por suerte las miradas altivas no se vierten por el enlosado a cuadros de ajedrez donde me pido la reina blanca. Desde el trampolín que se refleja en los espejos de las gafas que esconden los reveses de tu caminar, me he lanzado en singular pirueta sin olvidar que las manos deberán abrir hueco en el agua para alojar mi cuer

SIRENA SIN COLA

- ¿Me llevarás pastelitos a la cárcel?. - Si, rellenos de cocaína para sobornar a los guardas. Cabrona INCORREGIBLE y ¿quién lo pretende?. Vendedora de esfinges custodias de la linea entre el orden y el caos, justo aquella en la que la gata puntea un tejado de zinc. Suiza. Cruz blanca sobre rojo intenso. El arma mas poderosa el mohín desaconsejado contra la ira perversa del legítimo heredero de toda la ética del mundo, la que cabe en el dedal de plata de Ariadna y que no puede tocar a Lilit que se come uno a uno los esquejes tiernos de la virtud de madera. Suiza es mi plexo, ronroneando la desesperación del que busca el grito altivo de la reina del inframundo. Que soy Suiza, coño. Que no me manifiesto porque me he sentado en el poyo de la puerta porque toca a muerto y tengo la certeza de que hoy el cadáver me va a saber a pleno al quince. ¿Qué diferencia al pervertido del perverso?. El caché. ¿Diosa, bruja o sirena?. Depende del exceso de nariz o de la falta de piernas

VOLVER A CASA

De nuevo aquí, en casa, mi casa. Mi atalaya, mi reino, mi cojín y mi espada. De nuevo en casa. Buzón vacío alma llena. De nuevo ante mi hoguera. Ha sido un viaje largo y tortuoso pero traigo regalos para todos. Casi me descafeino pero por suerte sigo cubierta de óxido del bueno, del que no pudre, del que protege a las almas sin catalogar, como la mía. Trabajo atrasado, letras esquivas que se escurren entre los esquejes de las madreselvas cortadas de cuajo. De voluntad intacta a pesar de las embestidas. De irónico renqueo es el deseo que me lanza contra la puerta de mi morada, dándome de bofetadas para que no se me olvide que la llave encaja como encaja  la pieza entre mis piernas forjada. Trabada en la piel contraria. Fundida en el metal de las miradas mezquinas: las de las brujas sin gato ni escoba pero sin los 21 gramos de rigor, los orcos de popelín, los súcubos rosas y las serpientes descascabeladas. Este verano, se llevan cabezas de Hydra cercenadas. Póngame cuatro por no

DE TRASCENDENCIA RELATIVA

Y sobre todo.... QUE NO SE NOS OLVIDE RESPIRAR. Mientras respire todo será por empezar, por acabar, por continuar. Si el lamento de mi pecho no decrece en intensidad la puerta estará abierta. He vuelto a casa. Traigo la maleta llena de papel de regalo arrugado, falsos techos de un blanco impoluto, puñaladas que me hirieron, pero que no consiguieron el objetivo de fallecerme, burbujas de luz, pedestales de mármol rosa, flores nunca regaladas, besos por relamer y abrazos de los que funden a negro. Mientras respire no habrá sitio para la muerte. Mientras mantenga la mirada de los traidores leeré sus patrañas antes incluso de que las lenguas las mientan a paladas. Mientras suenen las campanas y yo las escuche tendré tiempo de llegar a la boda con mi alma. De trascendencia incierta, relativa la llaman, es mi presencia. No soy nada. Lo soy todo. Todo que nadea o nada que crece hasta ser tan descomunal como el suspiro de un muerto. Y entre tanto soy la reina de la atalaya. La dio