
Todo al 26 rojo. Gana la banca. Se lleva mi cordura con el poco "cash" que me quedaba. !Ala!. A hacer puñetas.
La culpa no fue del chachachá. ¡Que va a ser!. Fue mía. No pude evitar quedarme a vivir un segundo más de lo necesario en su sonrisa de sal. !Me cago en...!. ¡Cosa más bonita, oye!.
No pude dejar de entrarle al rojo (lo de 26 vino más tarde). Rojo grana para mas INRI. Alto como montaña, contundente. "El rojo para mi" pensé en voz alta. "pues para mi el azul". "Tiene bicho" le dije a Judit. "El rojo no?" preguntó. "No es vinculante".
Me subí en alto para treparle a los ojos y me duché la vergüenza. No me quedó ni pizca. Y desde entonces juego al 26 rojo apesar de que no está en la ruleta. Y es que el jodido 26 siempre es negro.
El Oráculo es sabio para todos menos para él mismo: Si has de arrepentirte de algo que sea de lo que hagas, no de lo que dejes de hacer.
Delfos ha hablado: Tarde, pero ha hablado.
Comentarios
La verdad es que no juego a la ruleta, ni conozco su trama, me podrian decir: 120 rojo impar y no se si pasa o no. Y apostaria algo seguro.
Mientras que alguna Perica, me diria apueta, apueta, que va a ganar..
Perica ese ser amable, que te acompaña, para sugerirte. Situada entre el pibón y la enterna acompañante, que de vez en cuando da un paso al frente, con un gesto flamenco, mano en cintura. Ole mi chocho moreno.
Un abrazo.
Espero verte pronto.