Ir al contenido principal

26 ROJO




Todo al 26 rojo. Gana la banca. Se lleva mi cordura con el poco "cash" que me quedaba. !Ala!. A hacer puñetas.

La culpa no fue del chachachá. ¡Que va a ser!. Fue mía. No pude evitar quedarme a vivir un segundo más de lo necesario en su sonrisa de sal. !Me cago en...!. ¡Cosa más bonita, oye!.

No pude dejar de entrarle al rojo (lo de 26 vino más tarde). Rojo grana para mas INRI. Alto como montaña, contundente. "El rojo para mi" pensé en voz alta. "pues para mi el azul". "Tiene bicho" le dije a Judit. "El rojo no?" preguntó. "No es vinculante".

Me subí en alto para treparle a los ojos y me duché la vergüenza. No me quedó ni pizca. Y desde entonces juego al 26 rojo apesar de que no está en la ruleta. Y es que el jodido 26 siempre es negro.

El Oráculo es sabio para todos menos para él mismo: Si has de arrepentirte de algo que sea de lo que hagas, no de lo que dejes de hacer.


Delfos ha hablado: Tarde, pero ha hablado.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Que dejadez ni una ofrenda.

La verdad es que no juego a la ruleta, ni conozco su trama, me podrian decir: 120 rojo impar y no se si pasa o no. Y apostaria algo seguro.

Mientras que alguna Perica, me diria apueta, apueta, que va a ganar..

Perica ese ser amable, que te acompaña, para sugerirte. Situada entre el pibón y la enterna acompañante, que de vez en cuando da un paso al frente, con un gesto flamenco, mano en cintura. Ole mi chocho moreno.

Un abrazo.

Espero verte pronto.
Anónimo ha dicho que…
No lo he entendido muy bien lo del 26 rojo. R.Perez

Entradas populares de este blog

LEYENDO OLORES

Huelo cartas, sobre, formularios, fotocopias… Acerco mi nariz a ellas y les encuentro la huella del que la completó para mí. Las hay que huelen a tristeza. Es un olor apenas formulado, suele tener un tacto frío. Los documentos que huelen a prisa suelen estar doblados y la tinta de la impresora de chorro aun está fresca. Luego están los que huelen a casa, a cebolletas por haber compartido la bolsa de la compra, a salsa de soja, a especias los de aquellos que están aquí pero son de allí. Los hay que huelen a calor humilde, a fogón antiguo, documentos ahumados como aquellos que los traen con sus ropas gordas, invernales , y las manos ásperas de trabajar mucho muchísimo. Hay papeles que huelen a perfume empalagosos, dulzones. También hay h ojas que huelen a colegio, a sacapuntas , a goma de borrar, a bolis de colores. Los hay mejor o peor vestidos. Envueltos en fundas de plástico , en sobres demasiado pequeños o demasiado grandes, en carpetitas de publicidad, en carpetas de gomas f...

MARCAR TERRITORIO

Animalitos territoriales. Lamiéndose la pata en lo alto de la empalizada mientras otean su reino ante la incertidumbre de cuanto durará la calma antes de que, de nuevo, un nuevo bichito entre a hurtadillas y pretenda alzar la meada contra un tronco recóndito, inundando de su esencia todo el rincón, con el viento como cómplice hasta que las uñas, en todo lo alto, devuelva el honor al defenestrado... o no...

AL MENOS UN CORAZÓN

Tengo un vestido verde robado. Sirve para disfrazarse o mimetizarse con el entorno. Me lo puse y salí a la calle sin verme. No me gustan los espejos porque se quien duerme en ellos. - El pelo recogido te hace más interesante. - Cierto. Suelto simplemente me hace. No pude evitar echar un vistazo rápido a mi reflejo en los escaparates. Lo hice agazapada en la espesura para no invitar al que duerme en todos los reflejos a que entraba en mi. Olía a nuevo (es un olor de color plata que a veces en lugar de oler tintinea). - Es muy verde - dijo A. - Es igual que otro que ya te vi- dijo B. - Algo corto- dijo C. - ¿ Y qué esperais?- contesté yo - es un disfraz. La pequeña ciruela verde me dejó su broche. Era de plástico rojo con el fondo escocés y forma de corazón. Lo coloqué por azar en mi pecho, hacia la izquierda. - Bonito vestido -dijo D - ¡Lleva un corazón!. Asentí. - Que bien - prosiguió -Así al menos tendrás uno. Vaya con la máscara. Tanto tiempo la llevé que se ha incorporado a mi. Sonr...