
De nuevo aquí. Guante de crin, efecto exfoliante que me ha limpiado de malezas la piel y el pardo de los ojos. Ala, por el desagüe lo superfluo.
La pequeña ciruela ha traído conchas para todos. Este año el cubo era amarillo y pesaba como un demonio.
Primero bajé:
Me quedo con una ráfaga de viento de esas que provocan un efecto Matrix en todo lo que tocan. Me quedo con el Palmar a las 21.45. El Sol diciendo, coño, que fría está el agua. Los surferos con ese puntito canalla que se me va de la mano y de los años. Pulsera tobillera, uñas burdeos, de repente un parapente. El faro lejos, cerca, lejos cerca. Tesoros que nadie podrá arrebatarnos, la Coca-Cola con cafeína, 3.20 dos cañas. No se admiten porros pero si perros. Faldas de vuelo, princesas en la arena que se borran en un amén, "mira como hago el pino", pizza familiar a 6.40, "La Caleta" sin el Sr. Bond, "Ficus vs Magnolio", la afrenta de preguntarte tu edad y no creer que eres tan joven porque aparentas más, sombrero de paja, tortillitas de camarones y ortiguillas en la barrio de Las Viñas. Caballos que bailan.
Y luego para arriba.
"Se te caerían las pestañas si vieras lo que yo veo". El "Canelo" floral a las puertas del Guggenheim. Ángeles aniquiladores en cementerios góticos donde la muerte te espera sin prisa porque sabe que sólo es cuestión de tiempo. El mar es azul, no, verde, quizás gris. Mira tu que mar más curioso. Lo que es curioso es que es el mismo mas que vimos del revés en Cádiz. Chaqueta vaquera porque refresca, pantalón corto porque tampoco es para tanto. Comer, ver y dormir. Regresar a los brazos de la pequeña ciruela que ha sufrido moderadamente mi ausencia. Sólo han sido 4 días.
Conclusión: Ligero exfoliante de fresa para el alma que ahora se ha puesto en jarras y mira desde lo alto de la Peña Aguilera limpita y refrescada esperando el primero que intente alcanzarla. ¿Serás tú?.
Comentarios
Por cierto, quien es pequeña ciruela? Es que te he leido hoy por primera vez (aunque no será la última) y estoy un poco perdido.
Saludos.
Un beso.
La Peña Aguilera no sé si alcanzarla podré, pero lo que es contemplarte desde la torre de los moros...seguro que sí.
Saluditos (nada exfoliantes)