Un lobo que corre bajo la lluvia huele a perro mojado pero muerde como un cepo de muerte.
Los niños y las niñas buenos temen al lobo pero se esconden de ellos bajo las suaves mantas de sus cuartos seguros.
No temo la dentellada del lobo, ni tan siquiera el deseo de esnifar la sangre que de ellos gotea. No temo las zarpas que en la piel se clavan. No temo la musculatura que me subyuga. Apenas siento desazón ante la certeza de sus pasos en la nieve que me siguen a grandes zancadas.
Temo al lobo que vuela. Temo al lobo que esclaviza. Temo al lobo que parece dormido y espera a ser acariciado para arrancarme el alma. Temo al lobo que sujeta un paraguas rojo en un día de lluvia.
Lo mas terrible del lobo del paraguas rojo, es que sabe balar.
Y mientras miro el cielo en busca de destellos plateados sobre los tejados.
Comentarios
Huye de los paraguas rojos que esconden lobos con piel de cordero.
Usa el paraguas rojo para mantener el equilibrio sobre el cable que cruza el abismo, igual que lo haría un funambulista habilidoso.
Busca destellos plateados en el cielo si lo necesitas, pero siempre, siempre, desde la ventana de Casa.
Cada uno tenemos un paragüas rojo, que por supuesto puede romperse y nos tendremos que comprar otro, pero............ sólo si se rompe por el uso, no funciona si el motivo del cambio es porque nos aburrimos del color o si se ha roto porque lo hemos maltratado.
Sea del color que sea el paragüas, siempre tenemos a nuestro lado aminalitos, menos peligrosos que un lobo, para compañarnos en el viaje.
RT
En el Hades se forman las voluntades!