Ir al contenido principal

BUCLE




Quiero que no suceda absolutamente nada más. Quizás lo deseo porque lo prefiero a que lo que pase me arrebate la esperanza,  la de ser un cruce de caminos en tu cama. Quiero sobrevivir  burlando el miedo a enfermar de soledad eterna.

No es de recibo estrangularse las ganas de tatuarme tu nombre en la lengua a golpe de trompeta. 

En tu nariz se columpia el tiempo,  justo en el corte que no existía, el del antes y del después mientras parpadeas tranquilo porque estás a salvo y en casa.

En el corcho del pasillo has colgado la vida y entre los pliegues de las sábanas sucias, los sueños que se convierten en calabazas a las diez.
¿Cuántas vida tengo que desperdiciar para ganar el premio?

Comentarios

LuZe ha dicho que…
Qué desesperante el bucle en el que esperas que pase pero no llega. ¡Sin embargo que chispa que aún haya una posibilidad!
Srta. Nostalgia ha dicho que…
Espero que no pase mucho más tiempo, estamos desperdiciando toda una vida valiosa.

Me alegra enormemente que hayas vuelto, te echaba condenadamente de menos por aquí. Un beso.
Darío ha dicho que…
A veces pienso que todo es perder el tiempo y mi vacío suele confirmarlo. Un abrazo.
La esperanza vive en cada uno de los suspiros arañados en la espalda del condenado.
llamameloca ha dicho que…
Decididamente parece que hemos estado en los mismos zapatos, aunque sólo el mio tenga Piedra dentro...
Los estados no-urgente y estable ¿son perder tiempo? ¿o ganar tiempo?
Sólo el Tiempo lo dirá....
El tiempo no se pierde, solo transcurre.

Entradas populares de este blog

LEYENDO OLORES

Huelo cartas, sobre, formularios, fotocopias… Acerco mi nariz a ellas y les encuentro la huella del que la completó para mí. Las hay que huelen a tristeza. Es un olor apenas formulado, suele tener un tacto frío. Los documentos que huelen a prisa suelen estar doblados y la tinta de la impresora de chorro aun está fresca. Luego están los que huelen a casa, a cebolletas por haber compartido la bolsa de la compra, a salsa de soja, a especias los de aquellos que están aquí pero son de allí. Los hay que huelen a calor humilde, a fogón antiguo, documentos ahumados como aquellos que los traen con sus ropas gordas, invernales , y las manos ásperas de trabajar mucho muchísimo. Hay papeles que huelen a perfume empalagosos, dulzones. También hay h ojas que huelen a colegio, a sacapuntas , a goma de borrar, a bolis de colores. Los hay mejor o peor vestidos. Envueltos en fundas de plástico , en sobres demasiado pequeños o demasiado grandes, en carpetitas de publicidad, en carpetas de gomas f...

MARCAR TERRITORIO

Animalitos territoriales. Lamiéndose la pata en lo alto de la empalizada mientras otean su reino ante la incertidumbre de cuanto durará la calma antes de que, de nuevo, un nuevo bichito entre a hurtadillas y pretenda alzar la meada contra un tronco recóndito, inundando de su esencia todo el rincón, con el viento como cómplice hasta que las uñas, en todo lo alto, devuelva el honor al defenestrado... o no...

AL MENOS UN CORAZÓN

Tengo un vestido verde robado. Sirve para disfrazarse o mimetizarse con el entorno. Me lo puse y salí a la calle sin verme. No me gustan los espejos porque se quien duerme en ellos. - El pelo recogido te hace más interesante. - Cierto. Suelto simplemente me hace. No pude evitar echar un vistazo rápido a mi reflejo en los escaparates. Lo hice agazapada en la espesura para no invitar al que duerme en todos los reflejos a que entraba en mi. Olía a nuevo (es un olor de color plata que a veces en lugar de oler tintinea). - Es muy verde - dijo A. - Es igual que otro que ya te vi- dijo B. - Algo corto- dijo C. - ¿ Y qué esperais?- contesté yo - es un disfraz. La pequeña ciruela verde me dejó su broche. Era de plástico rojo con el fondo escocés y forma de corazón. Lo coloqué por azar en mi pecho, hacia la izquierda. - Bonito vestido -dijo D - ¡Lleva un corazón!. Asentí. - Que bien - prosiguió -Así al menos tendrás uno. Vaya con la máscara. Tanto tiempo la llevé que se ha incorporado a mi. Sonr...