
La Moni tenía cuerpo de bailarina clásica, pero llevaba unas Dr. Martens acharoladas de color negro. Rubia, alta, espigada, con su jersey de cuello alto y los Levi´s como marcaba la moda, un poco por encima del tobillo que no se divisaba bajo las botas militares. Los ojos muy maqueados, el alma de piedra (pómez, pero piedra). Muñequita Manga. Mi imagen en el espejo de la utopía. Inaccesible.
Estábamos en el Moe´s y alzo la pierna en una patada lateral dejándosela al fulano baboso a la altura de los ojos. La mantuvo ahí unos segundos, sin despeinarse, , como si no le costara ningún esfuerzo. Y luego aquella frase que se convirtió en mito:
- LEE ENTRE LINEAS
Ahora Moni se cubre con Armani, lleva un solitario con un diamante precioso y tiene marido. Es menos grácil, mas rotunda, mas yo, pero sigue siendo una musa para mi.
Tatuajes en las plantas de los pies que cuentan historias de viajes hacia ninguna parte. Historias por escribir, como la de una toalla verde. ¿Quieres escucharla?. Yo te la cuento. Si te cuadra en tu contexto, será un sabio consejo, sino, un dato mas.
El agua de la ducha ha redimido todos los pecados. Salgo y hace frío. Se me eriza hasta el hambre. Cojo una toalla que cuelga de una percha con forma de estrella de mar. "No" grita él "toma esta verde, que es la tuya". Está despeluchada, pero limpia. Huele a jabón de marsella. La aspiro mientras las gotas caen sobre la tarima. "Está usada", protesto. "Si, la usaste para secarte la cara un día que lloraste y la guardé desde entonces". Vaya... "Gracias", musito.
Él simplemente sonríe. Luego despierto y hace mucho frío. Ha nevado.
Nota: Hip hip hurra por el rey de Bomberilandia, campeón de lucha libre modalidad química.
Comentarios
Pero qué le vamos a hacer? Ya son parte de nosotros.
Muas!
Triste... pero después resulta cruel la comparación.
Mamoles, hip hip hurra por los fetiches.