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CU-CU


Veo la noche pintada de naranja de zumo de farola. Paso elevado de rayas. El cabello tan largo, algo húmedo, sedoso en el enredo que ha secuestrado el frío de un alma que gime y susurra por el encierro.  El suspiro del  semidios de las alcantarillas  se ha colado por la pellica que borda la capucha en la que se ha estrellado la niebla que empieza a nacer.
Escalofrío.
Sólo nariz: Larga.
Cu-cú, ¿quién soy?. El. Ella. Todo.
Luces que se acercan. Rápido. Rugen como fiera y sólo son gatos. Paro el caminar justo en el centro del paso con rayas. Quietud.... Luces... Ni un paso... Frenazo.
Ahora o nunca: giras la cabeza la justo, despacio. Los ojos de carbón escondidos y la sonrisa oculta en la sombra de la capucha. Cu-cú... ¿quien soy?. La luz  ya no se pone tan chula porque el miedo se ha colado, como siempre, al otro lado del cristal, chupándole la frente al que agrarra el volante en esta noche naranja de ambar destilado. 
Cu-cú.. ¿realmente te quieres asomar al abismo de la capucha?.
Yo no lo haría pero... allá tu.
Cu-cú.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Terminaré por pensar que eres la pura muerte.
R. Pérez
ChicaGuau ha dicho que…
¡Qué cuadro tan bonito!
¿Lo has hecho tú?
Un beso :3
Ya quisiera yo ser la muerte con todo ese poder demencial.
Ya quisiera yo ser dibujante de tan bellos dibujos.

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