Ir al contenido principal

EXPERTO EN TRENES PERDIDOS


Sonaban todos los teléfonos a la vez. ¿Es qué nadie pensaba en contestar?. Imaginaba el desasosiego de los llamantes al otro lado, peroél estaba allí de paso, como uno de los llamantes sólo que in situ.
La muchacha se tiraba de un mechón de pelo que se había escapado de la coleta. mordisqueaba el boli nerviosa mientras consultaba una y otra vez la pantalla del ordenador.
- Es que para su perfil no tenemos nada.
- Ah.
- Lo siento, pero es que la cosa está muy difícil, entiéndalo.
- Lo entiendo.
- La crisis, septiembre, ya sabe.
- Lo sé.
- No hace falta que se ponga borde hago lo que puedo - levantó la vista con algo de ira.
El muchacho bajó la vista apesadumbrado.
- Siento haberla importunado - contestó en un susurro.
- Lo siento caballero, pero es que ustedes vienen todos igual, pidiendo, pidiendo, pidiendo, con su montón de papeles para entregar y yo ya no se donde guardarlos porque no sirven de nada.
- La entiendo.
- Usted no entiende nada.
- Lo siento.
- Y hace bien en sentirlo, ¿qué quiere que haga yo con este curriculum que usted me trae?: Soñador de historias (200 horas), pero la academia no está legalizada. Maestro en "recortables de sombras lunares", uf, sólo 15 horas, que mierda de curso es ese. ¡Y que decir de este!, Curso en "Susurros tenues en noches de invierno"!. En fin... que lo intento pero es que usted, con esos ojos almendrados de vaca tranquila, el flequillo con remolino y los calcetines verdes no me cuadra en ninguna de las ofertas.
- Bueno, le traía uno nuevo.
- Pues deme, deme, a ver si...
Le dio el sobre color sepia donde venía el título expedido hacía tan sólo dos días con letras doradas, cursiva, enamorada, rezaba:EXPERTO EN TRENES PERDIDOS.
- Estamos buenos...

Comentarios

Jazziturno ha dicho que…
Me encanta esto: Mortal agrupado con doble tirabuzón y no miraba ni Dios...

También 'el resto' del blog :)

¡Un saludo!
Mimí- Ana Rico ha dicho que…
Me has tocado de lleno, tengo una entrada-poema que habla de esto.

Un abrazo
Anónimo ha dicho que…
Es superguapo.

Ratón Pérez.

Entradas populares de este blog

LEYENDO OLORES

Huelo cartas, sobre, formularios, fotocopias… Acerco mi nariz a ellas y les encuentro la huella del que la completó para mí. Las hay que huelen a tristeza. Es un olor apenas formulado, suele tener un tacto frío. Los documentos que huelen a prisa suelen estar doblados y la tinta de la impresora de chorro aun está fresca. Luego están los que huelen a casa, a cebolletas por haber compartido la bolsa de la compra, a salsa de soja, a especias los de aquellos que están aquí pero son de allí. Los hay que huelen a calor humilde, a fogón antiguo, documentos ahumados como aquellos que los traen con sus ropas gordas, invernales , y las manos ásperas de trabajar mucho muchísimo. Hay papeles que huelen a perfume empalagosos, dulzones. También hay h ojas que huelen a colegio, a sacapuntas , a goma de borrar, a bolis de colores. Los hay mejor o peor vestidos. Envueltos en fundas de plástico , en sobres demasiado pequeños o demasiado grandes, en carpetitas de publicidad, en carpetas de gomas f...

MARCAR TERRITORIO

Animalitos territoriales. Lamiéndose la pata en lo alto de la empalizada mientras otean su reino ante la incertidumbre de cuanto durará la calma antes de que, de nuevo, un nuevo bichito entre a hurtadillas y pretenda alzar la meada contra un tronco recóndito, inundando de su esencia todo el rincón, con el viento como cómplice hasta que las uñas, en todo lo alto, devuelva el honor al defenestrado... o no...

AL MENOS UN CORAZÓN

Tengo un vestido verde robado. Sirve para disfrazarse o mimetizarse con el entorno. Me lo puse y salí a la calle sin verme. No me gustan los espejos porque se quien duerme en ellos. - El pelo recogido te hace más interesante. - Cierto. Suelto simplemente me hace. No pude evitar echar un vistazo rápido a mi reflejo en los escaparates. Lo hice agazapada en la espesura para no invitar al que duerme en todos los reflejos a que entraba en mi. Olía a nuevo (es un olor de color plata que a veces en lugar de oler tintinea). - Es muy verde - dijo A. - Es igual que otro que ya te vi- dijo B. - Algo corto- dijo C. - ¿ Y qué esperais?- contesté yo - es un disfraz. La pequeña ciruela verde me dejó su broche. Era de plástico rojo con el fondo escocés y forma de corazón. Lo coloqué por azar en mi pecho, hacia la izquierda. - Bonito vestido -dijo D - ¡Lleva un corazón!. Asentí. - Que bien - prosiguió -Así al menos tendrás uno. Vaya con la máscara. Tanto tiempo la llevé que se ha incorporado a mi. Sonr...