- Usted se confunde caballero, que yo soy una señora.
- Pues cuando te retuerces como una gata en celo no lo parece.
- ¿Cómo?.
- No parece ni que me confunda ni que seas una señora.
- ¿Quiéres decirme que las señoras no tienen calambres en la entrepierna?.
- No las que yo he conocido.
- Dudo que puedas reconocerlas, después de todo te criaste con tu madre y sus hermanas.
- Eres una zorra.
- Me falta el rabo que a ti te sobra.
- Y a ti lengua.
- No decías eso hace un rato.
- Ni tu parecías una señora.
La noche había cogido el metro y estaba para llegar al centro donde se alzaba el pequeño Hotel "Las Meninas", el más bonito de la ciudad, que no el mas caro.
Comentarios
No quiero pagar...
Deseo pasar y basta...
Dejame cobijarme en tus letras...
Salu2
:)
Gracias.
Esa frase me ha matado!
Fantástico, como siempre =)
Buf menuda frase! me encanta!
Te sigo ;]