... coloradas a la luz aleteante de un vela que se apaga.
Chispitas diamantinas que aplacan las aguas bravas.
Alas de la Monarca. Viento y un poco de nácar, también te he puesto.
Chispitas diamantinas que aplacan las aguas bravas.
Alas de la Monarca. Viento y un poco de nácar, también te he puesto.
"Ramas sin tiempo ni espada,
polvo de camino nuevo.
Antojo de niña amada,
aldaba de mi desvelo".
Y el yen que sigue intratable, el muy cabrón.
Comentarios
Saludos y un abrazo.
Por dierto, lo godivas muy buenos.