Ir al contenido principal

GUÍA

Sígueme, me dijo la Estrella del Norte. Y no se me ocurrió ni una sola razón para no hacerlo, para no salir de aquel pequeño pueblo donde las almas perdidas jugaban cartas con los ladrones de cabezas cortadas.

Y la seguí porque de tanto girar alrededor del fuego perdí el equilibrio sobre la arena fría.

Y la seguí porque los bárbaros tenemos martillo y pieles gruesas.

Y la seguí porque los amigos me los comí antes que a los enemigos.

Y la seguí porque sobre la peana del pedestal sólo cabía uno.

Y la seguí porque la noche era cerrada y tenía las botas sucias de polvo estelar.

Y la seguí porque, como ya dije, no se me ocurrió razón alguna para no hacerlo.

Comentarios

Larisa ha dicho que…
Si la Nix tiene algo que ver en el designio, bienvenido sea, pues.

Aquella estrella de allá hoy brillará por ti. Como dice la canción.

Abrazos asombrados. Sin moneda bajo la lengua.
LuZe ha dicho que…
Que suerte, consigues que te invite la estrella del norte!
Siempre pasan de largo por mi lado, por mucho que me pongo de puntillas no alcanzo su estela...
Tan vez los pies de plomo atan a la tierra más fuerte que las alas del deseo.

Besos.

Entradas populares de este blog

LEYENDO OLORES

Huelo cartas, sobre, formularios, fotocopias… Acerco mi nariz a ellas y les encuentro la huella del que la completó para mí. Las hay que huelen a tristeza. Es un olor apenas formulado, suele tener un tacto frío. Los documentos que huelen a prisa suelen estar doblados y la tinta de la impresora de chorro aun está fresca. Luego están los que huelen a casa, a cebolletas por haber compartido la bolsa de la compra, a salsa de soja, a especias los de aquellos que están aquí pero son de allí. Los hay que huelen a calor humilde, a fogón antiguo, documentos ahumados como aquellos que los traen con sus ropas gordas, invernales , y las manos ásperas de trabajar mucho muchísimo. Hay papeles que huelen a perfume empalagosos, dulzones. También hay h ojas que huelen a colegio, a sacapuntas , a goma de borrar, a bolis de colores. Los hay mejor o peor vestidos. Envueltos en fundas de plástico , en sobres demasiado pequeños o demasiado grandes, en carpetitas de publicidad, en carpetas de gomas f...

MARCAR TERRITORIO

Animalitos territoriales. Lamiéndose la pata en lo alto de la empalizada mientras otean su reino ante la incertidumbre de cuanto durará la calma antes de que, de nuevo, un nuevo bichito entre a hurtadillas y pretenda alzar la meada contra un tronco recóndito, inundando de su esencia todo el rincón, con el viento como cómplice hasta que las uñas, en todo lo alto, devuelva el honor al defenestrado... o no...

AL MENOS UN CORAZÓN

Tengo un vestido verde robado. Sirve para disfrazarse o mimetizarse con el entorno. Me lo puse y salí a la calle sin verme. No me gustan los espejos porque se quien duerme en ellos. - El pelo recogido te hace más interesante. - Cierto. Suelto simplemente me hace. No pude evitar echar un vistazo rápido a mi reflejo en los escaparates. Lo hice agazapada en la espesura para no invitar al que duerme en todos los reflejos a que entraba en mi. Olía a nuevo (es un olor de color plata que a veces en lugar de oler tintinea). - Es muy verde - dijo A. - Es igual que otro que ya te vi- dijo B. - Algo corto- dijo C. - ¿ Y qué esperais?- contesté yo - es un disfraz. La pequeña ciruela verde me dejó su broche. Era de plástico rojo con el fondo escocés y forma de corazón. Lo coloqué por azar en mi pecho, hacia la izquierda. - Bonito vestido -dijo D - ¡Lleva un corazón!. Asentí. - Que bien - prosiguió -Así al menos tendrás uno. Vaya con la máscara. Tanto tiempo la llevé que se ha incorporado a mi. Sonr...