Ir al contenido principal

¿Para qué me pides consejo si no quiere oirlo?

Me pides consejo y yo te lo doy, pero con los ojos me dices que desde lejos te sobran las ganas de dejar de escucharme... que en tus sueños no tienen banda sonora y que además, son en blanco y negro. Dime que deseas, y el Oráculo de Delfos hablará hoy, en el día en que las nubes están roñosas y ya no mojan, pero que hace un frío que pela.

Comentarios

Elenita ha dicho que…
Bueno si le tengo que pedir algo al Oráculo de los Delfos es el número de los hombres malos que traen coca-cola cuando una tiene un día malísimo después de un día de fiesta pero claro ya sabemos todos que la gente que da consejos luego exigen muchas cosas a cambio y eso es lo que tendremos que negociar además del consejo de si es bueno pedir el teléfono del hombre coca-cola o no que también es una buena cuestión. Espero impacientemente la respuesta divina...
AGUAMBABULUBABALAMBAMBU ha dicho que…
Puedo pedir algo? En serio?

Allá voy:

Oraculo, me puedes poner una cervecita y una racion de chopitos?

Gracias.
Hay cajas, como la de Pandora, que es mejor no abrir. Mi consejo: Coviértele en mito, pero no le llames, que luego te va a doler, y tal como está la cosa, no merece la pena.

El Óráculo de Delfos ha hablado.
AGUAMBABULUBABALAMBAMBU ha dicho que…
Pero la caja de Pandora tendrá la ración de chopitos? Esque no me ha quedado del todo claro. Perdon.
Elenita ha dicho que…
No tiene muy buena pinta el futuro con el señor coca-cola... mejor esperar... claro que como tenga que seguir esperando que algunos de los vecinos de abajo venga a visitarme algún día, aún me marcho del trabajo y no ha subido ninguno... Dejame tiempo aunque sea oro.
Te he contestado en tu blog. Es la historia de un pobre soldado despistado que pidio chopitos y cerveza y fue exactamente lo que recibió, cuando en el fondo quería que la Sacerdotisa y sus vestales le hiciesen caso.

El Oráculo de Delfos ha hablado.
AGUAMBABULUBABALAMBAMBU ha dicho que…
Jamás pude soñar que pasaría la mitad de mi tiempo entre Sacerdotisas y Vestales, diosas del amor, bellezas con nombre y apellidos. Iconos visibles que mi mano jamás podrán acariciar.... Por eso transformo mis deseos en cerveza y chopitos.

"La vida es una barca"
Calderón de la Mierda

Entradas populares de este blog

LEYENDO OLORES

Huelo cartas, sobre, formularios, fotocopias… Acerco mi nariz a ellas y les encuentro la huella del que la completó para mí. Las hay que huelen a tristeza. Es un olor apenas formulado, suele tener un tacto frío. Los documentos que huelen a prisa suelen estar doblados y la tinta de la impresora de chorro aun está fresca. Luego están los que huelen a casa, a cebolletas por haber compartido la bolsa de la compra, a salsa de soja, a especias los de aquellos que están aquí pero son de allí. Los hay que huelen a calor humilde, a fogón antiguo, documentos ahumados como aquellos que los traen con sus ropas gordas, invernales , y las manos ásperas de trabajar mucho muchísimo. Hay papeles que huelen a perfume empalagosos, dulzones. También hay h ojas que huelen a colegio, a sacapuntas , a goma de borrar, a bolis de colores. Los hay mejor o peor vestidos. Envueltos en fundas de plástico , en sobres demasiado pequeños o demasiado grandes, en carpetitas de publicidad, en carpetas de gomas f...

MARCAR TERRITORIO

Animalitos territoriales. Lamiéndose la pata en lo alto de la empalizada mientras otean su reino ante la incertidumbre de cuanto durará la calma antes de que, de nuevo, un nuevo bichito entre a hurtadillas y pretenda alzar la meada contra un tronco recóndito, inundando de su esencia todo el rincón, con el viento como cómplice hasta que las uñas, en todo lo alto, devuelva el honor al defenestrado... o no...

AL MENOS UN CORAZÓN

Tengo un vestido verde robado. Sirve para disfrazarse o mimetizarse con el entorno. Me lo puse y salí a la calle sin verme. No me gustan los espejos porque se quien duerme en ellos. - El pelo recogido te hace más interesante. - Cierto. Suelto simplemente me hace. No pude evitar echar un vistazo rápido a mi reflejo en los escaparates. Lo hice agazapada en la espesura para no invitar al que duerme en todos los reflejos a que entraba en mi. Olía a nuevo (es un olor de color plata que a veces en lugar de oler tintinea). - Es muy verde - dijo A. - Es igual que otro que ya te vi- dijo B. - Algo corto- dijo C. - ¿ Y qué esperais?- contesté yo - es un disfraz. La pequeña ciruela verde me dejó su broche. Era de plástico rojo con el fondo escocés y forma de corazón. Lo coloqué por azar en mi pecho, hacia la izquierda. - Bonito vestido -dijo D - ¡Lleva un corazón!. Asentí. - Que bien - prosiguió -Así al menos tendrás uno. Vaya con la máscara. Tanto tiempo la llevé que se ha incorporado a mi. Sonr...