Pervertir a Hobbes hasta declarar que soy un lobo para tu lobo lo que nos condena una y otra vez al desafío.
Por encima del mantel vuelan la espuma de la rabia mientras te flanqueamos como felinos del hemiciclo.
No me asusta su dentellada porque soy animal de frutero, vivo entre peras y manzanas y me sostengo en fa.
Hemos crecido a lo alto y a lo sabio. Enjutas como brujas hemos sorteado las yagas visibles y nos hemos cosido con bramante la invisibles. Ser feliz era cuestión de olfatear lo que nos rodeaba pero tu no tienes nariz y la mía está al servicio de la sangre. Que putada.
No estoy a su alcance ni él en mi esfera de acción. Es un duelo infinito en el que serás tú la que salga perdiendo porque nos verás perecer para renacer una y otra vez hasta que seas tú la que desfallezcas.
Alzamos el hocio al aire y aullamos en silencio porque en la mesa ya no queda lugar para la falsa cortesía entre los pliegues de las servilletas de humo. Las volutas del tiempo se enredan en mi pelo y en sus ojos de puñalada en ombligo de virgen.
Calados como paraguas de dos reales solo queda la terquedad de seguir a tu lado hasta que la piedra se resquebraje, un día más.
¿ Y de postre?
Colajet para todos menos para la loba inmune a la plata.
Comentarios
Besote enorme.
A veces las macedonias pueden ser indigestas.
Pero los disfraces dan miedito, sobre todo los que no se ven como tales.
RT