Ir al contenido principal

I KNOW.... I KNOW....

Me brota a raudales del pecho.
Me nace resquebrajando las fronteras de lo divino y lo humano.
Me demuda el sentido común y el resto de los otros mas comunes, sentidos, se entiende.
Fuego a bote pronto.
Una turbulencia de magma que asciende de la tierra y me devora mientras se me cuela por la planta de los pies, prendiendo mis venas y subiendo en una bocanada de vida.
Vida que me obliga a bajar la mirada que se ha convertido en una esclava de otra mucho mas alta, mas poderosa y mas pura.
Un instante.
Una gota.
Cae y se desparrama por la sedienta superficie de los yermos páramos que me sostienen. Y de ella un venero que emana rubor y sal  me riza la palma de la mano que se queda blanca de tanto apretar la cuerda de la que cuelgo y que me salva del sinsentido.
Un segundo me basta para perder la batalla que jamás tuve posibilidad de ganar.
Esnifo la venda negra que delata mi rendición.
Acaricio el pelaje de la bestia que domino y me venera sabiendo que la correa es suya y que, aunque estrangula su cuello, soy yo la que me degüello y que su presencia es mi analgesia.



PD. Ánimo yen, tu puedes.

Comentarios

llamameloca ha dicho que…
A veces es difícil no sucumbir a lo que nos subyuga.
Ánimo a todos/as los subyugados/as.
Srta. Nostalgia ha dicho que…
Muchas veces nuestro peor enemigo somos nosotros mismos, la clave está en poder dominarnos sin que ello nos impida vivir ni no nos joda la vida. ¿Cómo? No tengo ni la más remota idea, pero sigo intentándolo.

Genial como siempre, Oráculo.

Un beso.
La sonrisa de Hiperion ha dicho que…
Ánimos para el que lo necesita...

Saludos y un abrazo.

Entradas populares de este blog

1.ARRANCAR LAS MALAS HIERBAS

EFICACIA LA DE ATILA Y SU CABALGADURA: Me río yo de la depilación láser al lado de lo que el chorvo hacía con la hierba. Si me descuido mi cajón de las cosas para no olvidar se convierte en campo de malas hierbas de lo abandonado que lo tengo. He cogido la podadora y Atila me echará una mano. La felicidad me entontece y me embauca. Me deja el dobladillo de la alarma en opción de bajo consumo y vienen los pérfidos y me roban la merienda de pan y chocolate. Al próximo que se acerque le tendré que moler los huesos con mis afilados colmillos de peligro incipiente, que bien es sabido que si en ocasiones no vale con ser un buen consejo no es descartable ser una terrible amenaza. La culpa la tiene Vikie el Vikingo y los volantes de los vestidos de gitana, Punset, las bicicletas que te muerden cuando te paras y los ojos de los gatos que miran mas allá de los geranios negros de madrugada. La culpa, la culpa, siempre la culpa, como si buscar al culpable fuese antes que darle solución al caos

MARCAR TERRITORIO

Animalitos territoriales. Lamiéndose la pata en lo alto de la empalizada mientras otean su reino ante la incertidumbre de cuanto durará la calma antes de que, de nuevo, un nuevo bichito entre a hurtadillas y pretenda alzar la meada contra un tronco recóndito, inundando de su esencia todo el rincón, con el viento como cómplice hasta que las uñas, en todo lo alto, devuelva el honor al defenestrado... o no...

LEYENDO OLORES

Huelo cartas, sobre, formularios, fotocopias… Acerco mi nariz a ellas y les encuentro la huella del que la completó para mí. Las hay que huelen a tristeza. Es un olor apenas formulado, suele tener un tacto frío. Los documentos que huelen a prisa suelen estar doblados y la tinta de la impresora de chorro aun está fresca. Luego están los que huelen a casa, a cebolletas por haber compartido la bolsa de la compra, a salsa de soja, a especias los de aquellos que están aquí pero son de allí. Los hay que huelen a calor humilde, a fogón antiguo, documentos ahumados como aquellos que los traen con sus ropas gordas, invernales , y las manos ásperas de trabajar mucho muchísimo. Hay papeles que huelen a perfume empalagosos, dulzones. También hay h ojas que huelen a colegio, a sacapuntas , a goma de borrar, a bolis de colores. Los hay mejor o peor vestidos. Envueltos en fundas de plástico , en sobres demasiado pequeños o demasiado grandes, en carpetitas de publicidad, en carpetas de gomas f